Kenia es un país que te devolverá la capacidad de emocionarte como cuando eras niño abriendo tus regalitos de cumpleaños.  

Desde hace cuánto tiempo no sientes emociones tan intensas (además por cosas simples de la vida) como cuando eras un niño?

Cierra los ojos por unos segundos  y recuerda un momento de tu niñez en donde eras la persona mas feliz del mundo, el que más recuerdes, de ese primer amor, un recuerdo con tus padres, aquel regalo que tanto esperabas… elige en tus recuerdos aquel momento feliz. Ahora abre los ojos y compara este momento que recordaste con tu sentimientos de ahora…

¿Sientes la diferencia?  

Me refiero a aquellas emociones que se conocen como “mariposas en el estómago”, las que te dejan una huella de por vida, y que con el pasar del tiempo dejamos de lado para dar espacio a una vida monótona, mucha veces aburrida, llena de responsabilidades y estrés; llega un momento con la edad que las cosas simples de la vida dejan de impresionarnos como cuando éramos niños y es por eso que buscamos siempre cubrir el tiempo o acumular más para tratar de percibir emociones intensas que realmente valgan la pena recordar, pero sin éxito.

Este viaje será el antídoto contra el envejecimiento del alma, devolviéndonos nuevamente aquella capacidad de emocionarse, construyendo un nuevo hogar para todas aquellas mariposas que dejamos escapar de nuestros estómagos, dejando un vacío, y llenándolo nuevamente. 

Y cómo lo logramos?

Kenia tiene mucho que enseñarte! Es un país en donde el tiempo se percibe de otra forma, la gente aquí parece vivir en un universo paralelo, guiados por una filosofía de vida simple pero efectiva: Hakuna Matata. Aquí nadie parece llevar la prisa tatuada en la frente… ni siquiera en el trabajo; la hospitalidad no es un gesto, es una forma de ser; la gente te mira con curiosidad, pero en cuanto cruzas una sonrisa, ya tienes un amigo en donde las distancias culturales se borran con un simple «Karibu!» (bienvenido en Swahili). Nairobi. Una explosion de colores con su desfile de Matatus, esos minibuses convertidos en galerías de arte rodantes rugiendo con música a todo volumen, vendedores anunciando sus mejores ofertas a grito pelado y risas en cada esquina. Si crees que tu ciudad es un caos, ¡espera a ver esto! Pero ojo, es un caos del bueno, del que te hace sentir vivo

Y qué decir de la sabana… ¡Una experiencia que marcará un antes y un después en tu vida! 

Presenciaremos la expedición multitudinaria más grande del mundo de miles de animales, en muchas ocasiones dramática, cruzando la frontera de Tanzania para llegar al parque del Masai Mara. Aquí conocerás la verdadera cara de la naturaleza, en su total expresión y sin filtros. Será  ahí, con la piel de gallina y los ojos abiertos de par en par, cuando sentirás  el llamado de la naturaleza, que hace tiempo no sentías, esa voz silenciosa que te susurra: “Tú también formas parte de todo esto” acompañado por la sensación de ser un punto diminuto en un mundo inmenso. Después de esta experiencia no volverás a pisar un zoológico en toda tu vida porque comprenderás el verdadero significado de la libertad y el precio a pagar por ella. Un chute de realidad y emociones intensas!

Así que no dudes más…

“Cada destino es un espejo en donde nos vemos con otros ojos”